Es tan solo una anécdota, pero quiero recordarla y compartirla. Corría el año 2021, estaba en Barcelona, como de costumbre tenía grabaciones allí, he estado en tantos lugares, pero he visto muy pocos. Conocí a aquel chico, grabamos para productora, una maravilla. Todo me gustó de él, su sonrisa, su cuerpo, su piel, la empatía con la trabajaba, su buen hacer. A veces siento que Dios me envía personas en mis momentos más bajos. Yo en aquella época atravesaba un momento depresivo, tenía problemas con mi familia, mis amigos, me estaba aislando poco a poco debido a la depresión. Solo nos vimos aquel día, grabamos, comimos juntos, compartimos mucho, su forma de mirar el mundo, su forma de sentir, de "amar", me sorprendió. En la conversación hablamos de lecturas, me sugirió el libro "Amar lo que es" de Byron Katie, rápidamente lo guardé para comprarlo al llegar a casa.

Él llegó a mi vida como una hoja mecida por el viento, nunca nos volvimos a ver, desapareció, al tiempo quitó sus redes. Una vez más la vida me había dejado un maravilloso regalo, sin pedir nada a cambio, como una bombona de oxígeno cuando me estaba ahogando.