Detrás de las cámaras
3 comentarios
Muchos de vosotros me preguntáis sobre el sexo con cámaras y sin cámaras, ¿Es igual, se siente igual, lo disfruto igual?, ¿tengo sexo tras las cámaras?, ¿Cómo vivo el sexo en mi vida personal?
Os contaré mi caso particular sin ser necesariamente igual para otros creadores de contenido. La industria del contenido para adultos es bastante dura, uno de los mecanismos que utilizamos bastantes creadores es disociarse, entre la persona y el personaje, es un mecanismo complejo pero desempeña un papel crucial en el bienestar y la seguridad emocional de la persona que hay detrás del personaje. En otras palabras, ¿Qué hay detrás de Charlie Cherry?, ¿Quién es la persona que se esconde detrás de la máscara del personaje?, ¿Qué sucede cuando se cierra el telón y vuelvo a mi casa? Esta separación no es solo una estrategia profesional, sino también una defensa psicológica necesaria frente a la enorme demanda de los fans.
En ocasiones, la persona y el personaje se confunden y suele ser cuando los actores sufren daños psicológicos y emocionales. Nos hace falta descansar, tomar tiempo para nosotros y vivir al menos durante algunos periodos lejos de las cámaras, es una de las razones por las que volví a mi tierra, Murcia, a vivir. Hago mis viajes, mis películas, grabo mi contenido y regreso a mi casa a pasar mis días.
Para muchos creadores de contenido, la identidad que desarrollan para el público es una faceta cuidadosamente construida, una especie de escudo de teatro que les permite interactuar con vosotros, los fans mientras mantienen su vida privada oculta de las miradas. Aunque proyectamos una imagen, no significa que 24/7 seamos así.
En el refugio de esta personalidad alternativa, los límites entre la realidad y la performance se mantienen claros. Los creadores encontramos en esta separación una protección, no solo contra el posible juicio externo sino también como un medio para conservar nuestra integridad personal lejos de las luces y cámaras.
Los que nos mantenemos diferenciando bien entre persona y personaje adoptamos ese mecanismo de defensa contra el estrés que genera nuestro trabajo debido a la exposición de la intimidad y las continuas opiniones de la gente. Adoptar un personaje nos permite poner una distancia emocional entre ellos y los aspectos del trabajo que pueden ser intrusivos y nos posibilita diferenciar quiénes somos en nuestra vida íntima y quienes somos frente a los demás.
Para no engañarnos, el eje central del éxito en la industria es la creación de un buen personaje. Encarnar las fantasías y los deseos más ocultos de la gente pero que no necesariamente representa la realidad o el día a día de esa persona. El personaje, es eso, un ser de ficción que asegura la popularidad y el éxito económico pero que al cerrar el libro desaparece, como una especie de Cenicienta después de las 12, pierde las luces y se quedan las sombras.
Yo en mi casa también lloro, no estoy sonriente cada día, también sufro de ansiedad y hay días que no me apetece tener sexo, simplemente una buena conversación, una película y manta, un abrazo, o cualquier muestra de genuino afecto es suficiente.
Otra de nuestras problemáticas es la cosificación y la sexualización. La cosificación implica reducir a una persona a su valor corporal o sexual, ignorando su humanidad, sus emociones y su individualidad. Reducir a una persona a una polla o un culo, a un chúpamela, a un abre el culo o a un mete y saca mecánico. La cosificación siempre tiene efectos profundamente negativos en los creadores de contenido que no saben escapar de esa espiral que les consume y termina generando un conflicto interno.
La sexualización también puede ser un ciclo permanente del que es difícil escapar, donde las expectativas de representar una imagen sexualmente cargada constantemente pueden invadir las interacciones cotidianas y la autoestima. Esta imagen puede desencadenar demandas sobre los creadores para que se comporten de maneras que son incongruentes con su identidad personal fuera del contexto de su trabajo, y en algunos casos puede crear un estándar al que se espera que se adhieran en todo momento. Si a todo esto le sumamos niveles de ansiedad y estrés altos, un entorno de amistades nada saludable y las drogas, tenemos la coctelera perfecta para que todo salga mal.
Os puedo decir desde mi perspectiva personal y más humana que estas experiencias son abrumadoras y pueden hacer que los creadores de contenido para adultos se sientan, diciéndolo mal y pronto, como una mierda. La vida se convierte en un campo de batalla contra uno mismo y los fantasmas de la depresión, el suicidio y los ansiolíticos llaman a tu puerta.
Es esencial recordar que más allá de la disociación, la cosificación y la sexualización, los creadores de contenido son individuos complejos con vidas y personalidades ricas y con matices. Solo quiero pediros que es genial que conserves tu fantasía, y nuestro fin es entretener, divertir, evocar ese mundo que te excita y te envuelve, pero también somos como tú, tenemos nuestros días, nos equivocamos, sufrimos, nos estresamos y lloramos.
que difícil equilibrio y que desarmado puede ser el consumidor.
Toni en
PS si. se nos olvida que los personajes a quienes idolatramos e idealizamos son personas que tienen familias normales que no tienen relación con este mundo erótico, y que, como todos, necesitan desconectarse del trabajo para llevar sus vidas normales. igual que los fans, que se entretienen pero también llevan vidas normales dónde se conectan y desconectan del mundo erótico. Se nos olvida con frecuencia que nadie es sexual 24/7. un beso grande desde Miami. me fascina tu trabajo
Pedro en
Che bellissime riflessioni, Charlie. La tua onestà e la tua integrità sono evidenti in questa discussione così franca della questione persona/personaggio. Non vedo l’ora di leggerti oltre…
Robin en