Hetero discreto
8 de la tarde, cachondo en casa, tenía a la app abierta. Entró un mensaje. Hetero discreto. Sin foto, sin descripción, un perfil en blanco, solo hetero discreto.
- Hola.
Me mandó una foto de su torso.
- Hola. Le respondí.
- ¿Qué buscas?
Tardé apenas un rato en contestar y él me volvió a escribir.
- ¿Estás ahí?.
- Busco pasivo para usar.
Pasaron algunos minutos e iba ya a cerrar la app cuando me escribió de nuevo.
- ¿Sitio?
- Tengo.
- ¿Dónde?
Le mandé mi ubicación.
- ¿Qué te molaría?
- Vienes y me das coño. ¿Tienes tanga o suspensorio?
Le pregunté, quería llevarlo al límite de lo que era capaz de hacer.
- No tío, vivo con mi novia.
- Ok, quiero que seas mi sumiso, cuando llegues quiero que estés listo para que te use. Vas a ser mi puta, te dejo la puerta abierta, te desnudas y entras como un perro con un calcetín en la boca. Recuerda en cuanto cruces la puerta serás mi puta esclava.
- …
Pude sentir como ese cabrón se empalmaba a través del móvil
- Salgo para allá, tardo 25 minutos, voy en coche.
Me senté en el sofá, ¿Vendría o sería un fake?, estaba seguro que ese cabrón estaba deseando dejar a su novia y dar culo, esperé.
- ¿Cuál es el piso?
Se lo dije y subió, lo escuché abrir la puerta y luego cerrarla. Escuché como se desnudaba y las llaves se le caían al suelo. Después de un rato entró a gatas con el calcetín en la boca. Notaba en sus ojos que tenía miedo pero que la situación le ponía tanto que se dejaba llevar. Ese cabrón estaba tremendo, cuerpazo de gimnasio, sobre unos 25 años, un culazo espectacular, y un pedazo rabo enorme, la situación le estaba poniendo tan cerdo que estaba completamente empalmado. Yo le esperé en el sofá con la polla fuera, cascándomela.
El fue gateando hasta que pude notar su respiración en mis huevos, pero tenía el calcetín en la boca. Él tenía mi polla delante de su cara, estaba que explotaba de la emoción, si hubiera sido un perro, estaría moviendo la cola.
- Ponte el calcetín en la polla, le dije.
Automáticamente lo hizo. Yo le tenía un tanga rosa preparado en el sofá, sabía desde que entró por la puerta que ese cabrón se volvería loco por que lo humillaran y lo usaran.
- Ponte este tanga rosa zorra.
- Sí.
- No te he dicho que hables puta.
Cerró la boca y eso le puso más cerdo aún. Le hice que me oliera la polla y los huevos, y después empezó a chuparme el capullo. Empezó suave pero después lo empecé ahogar. Tenía un popper a la mano y le hice que lo esnifara. Le dio un tiro y siguió mamando. Poco a poco le iba aumentando la intensidad, ese cabrón no sabía donde se había metido. Empecé a darle cachetadas, primero suave, después más fuerte. Cuando empezó a resistirse un poco le volví a dar otro tiro de popper, esta vez le hice que le diera dos tiros. Esa zorra se puso loca. Le golpeé con mi polla en la cara y empecé a pegarle lapos en la cara mientras le decía puta. Ese cabrón estaba viviendo la fantasía más sucia de su vida, estuve bastante rato ahogándolo con mi polla, dándole lapos en la cara y diciéndole puta.
Ya le había pegado varios tiros al popper y sabía que ya podía hacer con él lo que quisiera.
- Ponte a 4 patas puta.
El chico obedeció y se subió al sofá poniendo el culo en pompa.
- Date dos tiros de popper.
- Vale pero ponte el condón.
- Te he dicho que no hables puta.
Me puse el condón y empecé a jugar con su culo. Él estaba que no podía más, estaba deseando que se la metiera, hizo el amago de sacar el culo más del sofá para que se la clavara.
- Date dos tiros más de popper.
El chico se los dio, le escupí en el hoyo y se la metí poco a poco. Estaba bien dilatado por el popper y el buen rato mamando. Cuando la tenía dentro empecé a darle cachetadas en el culo, la primera le dolió, le dejé toda la mano marcada en el culo. Noté como su culo se abrió con el primer golpe. Le volví a dar, la segunda marca se marcó junto a la primera. Notaba como su culo se abría con cada golpe y empecé a darle caña.
- Date dos tiros más de popper.
Ya estaba bien dilatado y lo agarré del pelo bien fuerte, le hice que arqueara bien la espalda para que la sintiera toda dentro, mis cojones empezaron a golpear su culo sin parar.
Estaba apunto de correrme y le dije:
- ¿Dónde quieres la leche puta?
- Donde tú quieras.
Me saqué el condón, él se puso de rodillas y le obligué que me chupara los huevos. Me corrí en su cara, pero tenía la boca abierta, una parte le cayó en la boca.
- Traga puta. Le dije.
Se resistió pero finalmente se la hice tragar toda. Después me limpió la polla hasta la última gota.
Todo sudado, humillado, con el culo roto, le dije.
- Lárgate puta.
El chico recogió sus cosas, se vistió y se fue. Minutos después me bloqueó de la aplicación. Estaba seguro que volvería…